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Surrender of Pedrón's
'hijo político' Feliciano Centeno Altamirano
This statement by surrendered Sandinista
private Feliciano Centeno Altamirano,
age 26, accompanied by several newspaper
articles describing the event
—
including an extensive statement to the León
newspaper El Hecho
—
sheds additional light on the state of the
rebellion after Sandino's return in May 1930.
Centeno's claim that he was forced to fight with
Altamirano's group (statement of Sept 23) is
contradicted by what he told the press a few
days later, where he acknowledged that he'd
taken up "banditry" out of desperation born of
hunger and unemployment. His defense of
Pedrón is also noteworthy, as is the fact that
his surrender was considered important enough
that he'd be meeting with the president of the
republic and the director of the Guardia to talk
about it. The mainstream press played up
the story. It decried Sandino's "organized
banditry" and hungered for good news on a
depressing topic. At least once he's a
"general."
Centeno claimed that Sandino's support
was crumbling, that morale was low and his men
saw him as a deceiver. Perhaps he told his
amnestiers what they wanted to hear, but the
evidence shows a very different picture.
Despite the hardships suffered by the guerrilla
forces
—
accurately described here
—
in fact Sandinista activity was picking up
dramatically. This is the beginning of the
peak period of Sandinismo in Las Segovias (June
1930-Dec 1932). Campesinos across much of
the region became Sandinista supporters,
funneling them food, information, and other
resources. The reasons were complex
—
Sandino's return from a year's exile in Mexico
(May 1930); the deleterious effects of the
worldwide economic depression; and mounting
resentments against the US invasion and
occupation
—
resentments in turn created by the Marine &
Guardia counter-insurgency strategy of
blanketing the countryside with violence.
These larger contexts are ignored in the
documents that follow, though one can catch some
glimpses between the lines.
(Photo of Sandinista rebels, n.d., from the
collection of Walter C. Sandino)
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Jinotega, Nicaragua
23 Sept. 1930.
Feliciano Centeno Altamirano states:
That
he was a private in the Altamirano group but was
forced to bear arms, his life was threatened if
he did not. He joined them about May 1930. He
was in Saraguasca with Sandino in June, he was
only with the Altamirano group. Altamirano is
Sandino's second in command. Ismael Peralta,
Santos Vasquez, Daniel Hernandez, Ruperto
Hernandez and Sebastian Centeno are sub-jefes of
the Altamirano group. We always lived with his
mother in Altamirano's camps. He left them
because he had never wanted to be a bandit,
states that they live in constant fear, running
[from] the Guardia.
He had known Lieut. Lee previous to joining the
bandits, but never heard his name mentioned by
any of the bandits. He further states that the
mentioned bandit forces were organized by
Sandino and divided into several groups under
Ortez, Peralta, Gonzalez, Blandon, and Villegas,
Sandino and Altamirano with about thirty men
proceeded to Los Sitios de Bilan and remained
there until they were attacked by the Guardia in
August, was at this time Centeno ran away from
them and came to Jinotega. In this camp was only
Altamirano with his family and about eight men,
Sandino was camped about four or five hundred
yards above the Altamirano camp with about
twenty-two men, Altamirano was not wounded,
Centeno, saw him run away. At this time Santos
Vasquez was with Ortez, he later learned that
Vasquez was wounded at La Independencia. Santos
Benavillo [Santos Benavides, or, Santos Lopez]
was also wounded at La Independencia. Pedro
Irias [Pedro Antonio Irias] was also with
Ortez's column. Does not know where Sandino and
Altamirano are at present time, states that they
are constantly on the move, never remaining more
than one night in the same place.
The men are badly in need of clothing, they eat
plantains, bananas and meat when it can be
found, but often suffer from hunger, the morale
of the men is very low and many are deserting
because they say Sandino is only a deceiver.
Does not know of any casualties in the fight in
Bilan. He went with Altamirano on the expedition
to the East Coast in May, went to Wauni,
Neptune, and Siuna with one hundred men, they
brought back about twelve boxes of dynamite,
about twenty-five or thirty pounds per box and
one bar of gold 2" x 2" x 8", the expected to
get $500.00 for it. The gold was sent to Mexico
by a man named Raudales [Ramon Raudales], to a
man called Dr. Zepeda, whom he had heard
mentioned as Sandino's agent in Mexico. On
Altamirano's return from the expedition east he
received a letter saying that Sandino was coming
and ordering Altamirano to go and meet him in
the mountains north of the Pantasma. Fifteen men
came with Sandino armed with pistols and one
TSMG. Centeno was with Altamirano when he,
Altamirano, went to meet Sandino.
In reply to a question as to what in detail, the
men in Pedro Altamirano's camp were doing at the
time [of] Captain Good's attack, Feliciano
Centeno Altamirano stated that they were playing
musical instruments, and other details known to
be in accordance with the facts. It therefore
appears that he was without doubt in Pedro
Altamirano's camp at the time of the attack.
/s/ C. B. Matthews, Colonel, G.N.
Commandante del Area Central.
M30.09.23.
RG127/192/1
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Newspaper clippings on surrender of Feliciano Centeno Altamirano, Sept. 1930
La Prensa
(Managua), 19 September 1930
Feliciano Centeno Altamirano, hijastro de Pedrón
se rindió con todo y armas
La Guardia Nacional, informó hoy que Feliciano Centeno Altamirano,
hijo político de Pedrón Altamirano, se presentó a la
Guardia en Jinotega, rindiendo sus armas y municiones, y
pidiendo garantías.
La Guardia dió cuenta al Presidente de la República de la rendición
de Centeno Altamirano, y este alto funcionario ordenó
que se diesen las garantías solicitadas sin perjuicio de
mantener la vigilancia necesaria, a fin de que Centeno
se dedique a trabajar honradamente como lo prometa.
La rendición de Centeno Altamirano hace suponer que Pedrón ha
muerto, pues estaba herido de gravedad en el pulmón
izquierdo.
Es notorio también que Pedrón perdió a tres hijos en los various
encuentros que ha tenido.
RG127/192/1
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La Noticia
(Managua), 23 September 1930
Llegará de la Segovia en avión el lugarteniente de
Pedrón.
Se Entrevistará con el
Señor Presidente Moncada
Hoy o mañana ingresará a esta capital en un avión de la
marine procedente de Jinotega el general Feliciano
Centeno Altamirano, hijo político y lugargeniente de
Pedrón Altamirano, quien renunciando a su vida anterior,
acaba de presentarse con sus armas ante las autoridades
de aquel departamento, habiéndosele concedido toda clase
de garantías.
El general Centeno Altamirano viene a entrevistarse con
el señor Presidente Moncada y con el Jefe de la Guardia
Nacional General McDougal. Se espera que esta entrevista
será de capital importancia en conexión con las
actividades de Sandino, Pedrón, Ortez, Salgado, etc.
RG127/192/1
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La Prensa (Managua), 26 September 1930
AYER LLEGO A MANAGUA EL HIJO POLITICO DE PEDRON
Viene a conferenciar con el Presidente Moncada y el
General McDougal
Ayer en la mañana de Matagalpa, a la Guarrdia Nacional, que salió
al amanecer de esa ciudad, con rumbo a esta Capital, el
individuo Feliciano Centeno, hijo político del celebre
cabecilla bandolero Pedrón Altamirano,, que
recientemente se presentó a las autoridades de Jinotega,
siendo remitido de allí para Matagalpa.
Feliciano Centeno, venía custodiado por marinos americanos, pe---
su arribo a la Capital, iba a ser puesto en libertad.
Ayer tarde debe de haber llegado a Managua, y hoy conferenciará con
el señor Presidente Moncada y el General McDougal, jefe
director de la Guardia Nacional.
RG127/192/1
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Los Hechos (León), 27 September 1930.
Declaraciones de Felicano Centeno
Llegó a Managua, en un automóvil de la marina, Feliciano Centeno,
hijastro de Pedron, joven de 26 años de edad, tipo
auténtico indio, vestido de kaki, con alta sobrebota. En
el Comando de la Guardia Nacional hizo las siguientes
declaraciones:
"Nací en Robles, allí crecí y viví siempre en la más completa
tranquilidad hasta los veinticinco años. Luego
comenzaron en el pobre villorrio las irrupciones de
bandoleros, que no dejaban a nadie en quietud, después
siguió la falta de trabajo y el hambre. Por esta causa
abandoné la vida honrada y me dediqué al bandolerismo, a
principios de mes de mayo de mil novecientos
veintinueve. Cuando llegué al lado de mi padrasto, éste
comandaba doscientos hombres. Nos dirigimos en primer
lugar a la Costa Atlántica, en busca de minas de oro;
pero como no las encontramos tan ricas como juzgábamos,
regresábamos al corazón de las montañas segovianas. En
ese tiempo, precisamente, llegó a juntarse con nosotros
Sandino, procedente de la república de Honduras,
acompañado de 15 hombres. Su estado era deplorable; no
llevaba ni armas, ni dinero, ni alimentos. En su
semblante se reflejaban la incertidumbre, las
privaciones, la fatiga.
"Pedrón tiene su principal campamento en Tumas, aunque hablando en
verdad, no tiene punto fijo. Generalmente se guarece en
lo más escondido de los bosques, bajo fordosos ramajoe,
donde el ojo humano no puede penetrar. En una ocasión
efectuose cerca de Tumas un combate habiendo perecido
dos hijos de Pedrón. En contrario de los rumores
circulantes, Pedrón se encuentra bueno y sano, parece
que tiene pacto de amistad con las balas. En Zaraguasca
se verificó al combate más reñido y sangriento, que he
presenciado durante toda mi vida. Sobre nosotros llovían
las metrallas de los aviones americanos. Allí peleó
Sandino como una fiera. Permanecía sereno en medio del
más atroz combate, aunque habia sido herido en una de
las rótulas. Los doscientos cincuenta bandoleros que
allí luchábamos fuimos diezmados por el formidable
enemigo, que nos había rodeado totalmente; mas Pedrón y
Sandino lograron abrir brecha a sangre y fuego, evitando
que el ejército de bandoleros fuese avanzado.
"Sandino anda a veces a caballo, a veces a pié, cuando
los abismos y los oteros nos permiten el transitar de la
bestia. Actualmente se encuentra en Las Segovias, no en
muy buenas condiciones, pero siempre dotado una voluntad
indomable. Con relación a los cortes de chaleco, eso no
es cierto. En esto toma gran parte de imaginación. No es
el ejército subersivo tan cruel y sanguinario como se
cree, aunque es verdad que esta pena se ha puesto en
práctica algunas veces con los traidores. Pedrón no es
sanguinario. Se roba por necesidad. El bandolerismo
tendrá que extinguirse por falta de alimentos. En esas
montañas sólo va quedando el agua de los ríos."
Esta tarde conferenciará Centeno con el señor Presidente de la
República.
RG127/192/1
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Diario Nicaragüense (Granada), 27
September 1930.
Llegó a Managua el hijastro de Pedrón
Cuenta como está a punto de extinguirse el bandolerismo
Managua -- Ayer a las dos de la tarde ingresó a esta capital
Feliciano Centeno, hijastro del bandolero Pedrón
Altamirano, que acaba de rendirse pidiendo garantía
únicamente. Se hospedaje en el Campo de Marte, estando
vigilado por la guardia nacional. Probablemente
conferenciará con el presidente esta tarde. Tiene como
26 años de edad. Dice que antes vivía en los Robles,
Jinotega, y que se vió en el caso de seguir a
Altamirano, porque no le quedó otro medio, cuando se vió
perseguido por la guardia nacional, Pedrón tenía en mayo
200 hombres, bien armados.
Sandino llegó en junio por el lado de Honduras, se le esperaba con
armas, pero no llegó más que 15 hombres, por el Jícaro,
sin máquinas ni dinero, y más bien quitó de lo que habia
robado la patrulla de Pedrón por las minas aunque no
habia mucho oro, sino ropa y provisiones. Esto produjo
desaliento en las tropas, que ya no están a gusto.
Sandino no se ha ido pero se le ve poco.
Cuenta que en el combate de Saraguasca Sandino salió herido en una
pantorrilla, habia 250 bandoleros y se les persiguió tan
de cerca, y con el auxilio de tres aviones, cundió el
espanto. El ataque destruyó los árbolos.
Altamirano no es tan bárbaro como se dice; es verdad que ha hecho
el corte de chaleco, pero es aguisa de castigo, no por
hacer mal. A nadie se le roba, lo que se hace es quitar
ropa y zapatos.
Los campamentos están muy internados en la montaña, aunque algunos
ya los ha desbaratado la guardia, como el de Qua [Cua].
Hay disgusto general, y como resultado de ello él reso
vió presentarse a las autoridades, aun convencido de que
lo fusilarían, pero prefirió morir de hombre [sic] en la
vida que llevaba. Algunos días solo agua pasaba.
La Guardia Nacional recibió informe todavia no confirmado de que
como 70 hombres se han presentado.
RG127/192/1
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